Podemos tratar todos los tipos de piel para que luzcan limpias, sanas y bellas incluso las más complicadas como las acnéicas. El primer paso y más importante de todos es mantenerlas limpias y equilibradas controlando tanto los excesos como sus carencias, de esta manera, la higiene profunda devuelve al rostro la hidratación, nutrición y oxigenación necesarias. Este tratamiento también es un primer paso recomendado antes de iniciar cualquier tratamiento de antienvejecimiento